El ácido azelaico ocupa un lugar muy especial. No es un exfoliante clásico ni un despigmentante agresivo: es una molécula inteligente, versátil y profundamente respetuosa con la piel. Desde pieles acneicas hasta pieles sensibles con rosácea, este ingrediente multifunción se ha ganado el respeto de dermatólogos y profesionales de la estética por igual. 

¿Qué es y para qué sirve el ácido azelaico?

El ácido azelaico es un ácido dicarboxílico de origen natural, derivado de levaduras presentes en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. En cosmecéutica, se utiliza por su capacidad para:

  • Regular la proliferación bacteriana (como Cutibacterium acnes).

  • Reducir la inflamación.

  • Inhibir la síntesis de melanina.

  • Promover una renovación suave de la piel.

Su perfil multitratamiento lo convierte en una opción ideal para pieles con tendencia a imperfecciones, enrojecimiento o hiperpigmentación postinflamatoria.

Beneficios del ácido azelaico

  • Antibacteriano y antiinflamatorio: reduce brotes de acné sin irritar.

  • Despigmengante suave: aclara manchas sin alterar la melanogénesis normal.

  • Regulador de queratinización: previene obstrucción folicular.

  • Efectivo en rosácea: calma rojeces, pápulas y telangiectasias.

  • Apto para embarazo y lactancia.

¿Qué tipo de pieles pueden usarlo?

El ácido azelaico es uno de los activos más inclusivos en cosmecéutica:

  • Piel grasa y con acné: regula sebo, limpia el poro y controla bacterias.

  • Piel sensible o con rosácea: reduce inflamación sin agredir la barrera.

  • Piel hiperpigmentada: especialmente útil en manchas post-acné.

  • Piel mixta o reactiva: ideal en rutinas equilibrantes y calmantes.

Desmitificación

“El ácido azelaico es muy suave, no sirve para casos severos.”
Falso. Aunque su perfil es suave y bien tolerado, el ácido azelaico es altamente efectivo incluso en casos dermatológicos como rosácea grado 1 y 2, melasma o acné inflamatorio leve a moderado, especialmente cuando se formula al 15%-20% y se combina con otros activos complementarios.

Recomendaciones de uso cosmecéutico

  • Aplicar una o dos veces al día, según tolerancia.

  • Puede usarse solo o como parte de una rutina mixta (con niacinamida, pantenol o ácido hialurónico).

  • Funciona bien tanto en sueros como en cremas o geles, dependiendo del tipo de piel.

  • Compatible con otros tratamientos: retinoides, AHA, vitamina C, siempre que se introduzca de forma progresiva.

Formulación según el grado de penetración y para qué problema se usa

  • Bajas concentraciones (5% a 10%):
    Formulaciones dermocosméticas para uso diario domiciliario.
    Indicado para: piel sensible, primeras manchas, rosácea leve.
    Uso apto para cosmiatra con supervisión profesional.

  • Altas concentraciones (15% a 20%):
    Mayor eficacia en acné inflamatorio, hiperpigmentaciones severas, rosácea papulopustulosa.
    ⚠️ Uso preferente médico o cosmiátrico con formación avanzada y supervisión dermatológica.

  • Vehículos en gel, crema o microemulsión:
    Se elige según el tipo de piel y profundidad deseada.
    Penetra por vía transfolicular y tiene alta afinidad por queratinocitos.

Uso profesional

En tratamientos de cabina, el ácido azelaico puede integrarse en:

  • Protocolos antiacné y antiinflamatorios.

  • Post-peelings o tratamientos con aparatología, para calmar y evitar pigmentaciones postinflamatorias.

  • Preparación de la piel sensible para otros tratamientos intensivos (como láser, microneedling o retinoides).

Puede combinarse con ácido salicílico, ácido tranexámico o niacinamida para modular respuestas inflamatorias y despigmentar sin irritación.

Cuidados

  • Evitar el uso conjunto con exfoliantes físicos o productos muy ácidos en la misma rutina si la piel está sensibilizada.

  • Siempre aplicar con protección solar, especialmente en tratamientos despigmentantes.

  • Introducir paulatinamente si la piel no está acostumbrada.

 Precauciones

  • Puede generar un leve escozor o sensación de hormigueo al inicio, que suele remitir con el uso.

  • No debe usarse sobre piel irritada, agrietada o con lesiones abiertas.

  • Al ser activo despigmentante, requiere monitoreo profesional en protocolos de melasma o discromías persistentes.

El ácido azelaico es uno de esos ingredientes discretos pero profundamente eficaces. Su capacidad para tratar simultáneamente imperfecciones, rojeces e hiperpigmentación, con una tolerancia excepcional, lo convierte en una joya cosmecéutica para pieles que buscan claridad sin agresión. 

En fórmulas que transforman desde la calma y el conocimiento. Y este ácido lo representa a la perfección.